Las posibilidades que la tecnología Cone Beam CT ha abierto en el diagnóstico por imagen en ortodoncia son espectaculares. La imagen tridimensional aplicada a la ortodoncia está definiendo nuevas fronteras en el diagnóstico, plan de tratamiento y comunicación con el paciente.

El escáner volumétrico ha minimizado las limitaciones del diagnóstico tradicional con radiografías en dos dimensiones, acercándonos cada vez más a la "verdad anatómica" de nuestros pacientes. Las proyecciones digitales en 3D eliminan errores en los puntos de referencia por efecto de la proyección geométrica, la magnificación y distorsión de las imágenes, la posición de la cabeza o por alteraciones en la nitidez de las imágenes dependientes de operador y proceso de revelado.

El escáner es la prueba de imagen más sensible para la evaluación y detección de las alteraciones del esqueleto facial.

Ventajas y aplicaciones:

• La TC del macizo facial permite la valoración preoperatoria de las paredes orbitarias, senos paranasales, mandíbula y tercio medio facial.

• Identifica fracturas, evalúa la extensión de tumores y estudia las alteraciones congénitas y del desarrollo.

• Es de gran ayuda en la planificación de los procedimientos reconstructivos del esqueleto facial, como las secuelas postraumáticas, la distracción ósea, la cirugía craneofacial y ortognática.

• Permite conocer la necesidad de injertos óseos y cirugía preprotésica previa a la colocación de implantes dentales.

• Es de gran utilidad para la valoración de la patología condilar, las asimetrías faciales y las secuelas de físuras labiopalatinas.

La patología de los senos paranasales puede debutar en ocasiones con clínica dental. Por otra parte, las enfermedades de los dientes pueden afectar a los senos. El escáner es la prueba diagnóstica de primera elección para la valorar las afecciones de los senos. Los cortes ultrafinos son ideales para el estudio de los senos paranasales, la base de cráneo y el hueso temporal.

En España alrededor de un millón de personas padece el Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño (SAOS), lo que representa el 4% de la población adulta de nuestro país. Se produce por la oclusión intermitente y repetitiva de la vía aérea superior durante el sueño, lo que origina una interrupción completa (apnea) o parcial (hipopnea) del flujo aéreo. La obesidad y las anomalías estructurales del tracto respiratorio superior son los factores etiológicos fundamentales. La somnolencia diurna, los ronquidos y las pausas de apnea referidas por el cónyuge son los tres síntomas fundamentales. Su morbimortalidad es importante, siendo responsable de accidentes de tráfico y laborales, cardiopatía isquémica, e hipertensión arterial.